El tiempo encoge

Es justo a la hora de entrar en la lavandería cuando noto cómo el tiempo encoge. Una silla de madera, asoma sus tristes ojos. Es la encargada de soportar mis pensamientos. Siempre es la misma rutina. Introduzco la ropa. Inserto los 25 peniques y a esperar. Reclino la silla y concentro la mirada en la lavadora. Me apoyo en la pared. El tambor me hipnotiza con sus espirales de notas monocolor. Mientras tanto, mis ropas ahogan la suciedad en un mar de espuma y emoción. Las oigo canturrear una melodía.

Sin darme cuenta el sueño me inunda por completo. Me siento mejor que nunca. Nadando por el aire. Sobrevolando el espacio. De repente, un pantalón se cruza en mi camino. Tras él una camisa. Cuatro pares de calcetines de algodón de rombos, mis calzoncillos de los sábados. Se acercan, quieren jugar conmigo. Nos revolcamos en un río de felicidad. Comenzamos a dar vueltas. El mundo gira su mirada ante nosotros.

Un golpe seco me despierta. Una fuerte corriente de aire me levanta. Comienzo a dar vueltas. La ropa revolotea por todos lados ¿Al final, me pregunto dónde estoy? Miro a través de la ventana ovalada de cristal. Quizás el tiempo ha encogido demasiado. Quizás el tiempo me aleje de mi reflejo desdibujado.

Ahora, lo único que siento es el tacto de jabón de la pompa de felicidad que me rodea.

Esta semana te cuento

  • "Funnes el memorioso" J. Borges
  • "El barco de los adioses" P. Neruda
  • "Alegría del cronocopio" J. Cortazar
  • "Splassshf " Quim Monzó
  • "Fábulas de la oveja negra" Augusto Monterroso

Contribuyentes