Hombre oveja.

No podía dormir y decidió contar ovejas. 333... Justo antes de conciliar el sueño un beeeeeeeeeeeeee salió de su boca. Ahora era el balar lo que no le dejaba dormir.

17 años sin cumplir años

Llevaba diecisiete años sin cumplir años. Llevaba diecisiete años viviendo muerto.

El reloj del cucu.

Hay ciertos días en los que decido no darme cuerda. Son los días que mi alter ego toma las riendas. Son los días que me siento impar.

La lluvia está confusa.

La lluvia se ha perdido. Está confusa. Y llueve dos veces por si acaso. Por si se le ha olvidado caer en el sitio. Y alarmada golpea en los cristales de mi casa. Para que le dejé entrar. Porque está perdida porque necesita un refugio donde pasar la noche. Ante su insistencia abro y mi fuego bajo la recibe con los brazos abiertos.

Lloviendo lágrimas

Y rompió a llorar. Intensamente. Una tormenta. Un torrente. Encerrado en su habitación enseguida sintió el pánico. Se estaba inundando en lágrimas. Lloraba porque no había aprendido a nadar, se ahogaba en sus lágrimas porque no había aprendido a nadar.

Conversaciones reversibles

Insistía con gesto profuso. Incisivo sobre mi hombro. Sorprendiendo al anonimato de la oscuridad. Despertando los nudos dormidos de mi pensamiento. Me di media vuelta. Para ver quien era. Sorprendido intenté mantener la compostura. Era yo mismo en el cuerpo de otra persona.

Punto y final.

A veces da mucho miedo poner un punto y final, nunca sabes si volverás a escribir.

En ristre

Levanto en alza un lápiz. El que defenderá a capa y espada la vida de los personajes ficticios que den vida a una realidad alimentada de sueños nunca provocados. Insuficientes algunas veces. Que mueren al salir de nuestras bocas.

El dolor cae por las paredes

El deseo de la sangre espesa, el amor envenenado, el aire respirado muchas veces, extenuado, cae por las paredes de su garganta y expira para pregonar a los siete vientos: son las horas siamesas más muertas de nuestras vidas.

El relato insistía

El cuento no tiene final. Cuando se avista se cuela por un agujero para caer por las paredes. Al asomar su cabeza aparece en el principio del mismo. Así una y otra vez. Erase una vez un cuento que insitía en salir a la luz.

Ronca la tarde

La madrugada se despedía. La noche continuaba en su lecho negro haciendo el amor a la mañana. Los últimos besos y caricias trabaron amistad. Sus lenguas se entrelazaron en un hasta luego. Intenso. Sudoroso. Agitado. El fruto de su amor nació en forma de mediodía. Creció rápidamente para tomar forma de tarde. Era su primer día de vida. Se encontraba cansada. La tarde decidió echarse una siesta. Sus ronquidos no dejaban conciliar el sueño. Me levanté de mi lecho con cara de noche.

La habitación de las ilusiones rotas.

Tumbado en mi habitación. Hoy estoy repasando las fotos que nunca nos hicimos. De las ciudades que nunca visitamos. De los errores que nunca cometimos. De los aciertos que nunca disfrutamos. Estas líneas quizás sean la única realidad dentro de nuestro universo inventado Laura. Quizás mañana o pasado nos crucemos. Quizás nos conozcamos. Quizás nos besemos. Eso es incierto. Pero lo único que sé es esto: los sueños incumplidos descansan en la habitación de las ilusiones rotas.

Amores de mal

Hacía una semana que había dejado de pensar en ti. Finalmente logré superarlo. Me había costado lo indecible. Pero al final estaba liberado de las cadenas mentales. De la soga que atenazaba mis recuerdos. Y tengo grabada en la retina aquella fecha. Curiosamente me llegó esa semana una carta de tu madre comunicándome la noticia. Hacía una semana que te habías ahorcado.

Esta semana te cuento

  • "Funnes el memorioso" J. Borges
  • "El barco de los adioses" P. Neruda
  • "Alegría del cronocopio" J. Cortazar
  • "Splassshf " Quim Monzó
  • "Fábulas de la oveja negra" Augusto Monterroso

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