En ristre

Levanto en alza un lápiz. El que defenderá a capa y espada la vida de los personajes ficticios que den vida a una realidad alimentada de sueños nunca provocados. Insuficientes algunas veces. Que mueren al salir de nuestras bocas.

El dolor cae por las paredes

El deseo de la sangre espesa, el amor envenenado, el aire respirado muchas veces, extenuado, cae por las paredes de su garganta y expira para pregonar a los siete vientos: son las horas siamesas más muertas de nuestras vidas.

El relato insistía

El cuento no tiene final. Cuando se avista se cuela por un agujero para caer por las paredes. Al asomar su cabeza aparece en el principio del mismo. Así una y otra vez. Erase una vez un cuento que insitía en salir a la luz.

Ronca la tarde

La madrugada se despedía. La noche continuaba en su lecho negro haciendo el amor a la mañana. Los últimos besos y caricias trabaron amistad. Sus lenguas se entrelazaron en un hasta luego. Intenso. Sudoroso. Agitado. El fruto de su amor nació en forma de mediodía. Creció rápidamente para tomar forma de tarde. Era su primer día de vida. Se encontraba cansada. La tarde decidió echarse una siesta. Sus ronquidos no dejaban conciliar el sueño. Me levanté de mi lecho con cara de noche.

La habitación de las ilusiones rotas.

Tumbado en mi habitación. Hoy estoy repasando las fotos que nunca nos hicimos. De las ciudades que nunca visitamos. De los errores que nunca cometimos. De los aciertos que nunca disfrutamos. Estas líneas quizás sean la única realidad dentro de nuestro universo inventado Laura. Quizás mañana o pasado nos crucemos. Quizás nos conozcamos. Quizás nos besemos. Eso es incierto. Pero lo único que sé es esto: los sueños incumplidos descansan en la habitación de las ilusiones rotas.

Esta semana te cuento

  • "Funnes el memorioso" J. Borges
  • "El barco de los adioses" P. Neruda
  • "Alegría del cronocopio" J. Cortazar
  • "Splassshf " Quim Monzó
  • "Fábulas de la oveja negra" Augusto Monterroso

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